El Bar de la Media Luna [Libre]

-Exacto, completamente libre- comenté con una pequeña carcajada al notar su broma, notando su mano en el muslo y mirándola antes de volver a mirarlo a el, con una sonrisa.

-Pues tengo una suzuki bandit 1250-le dice orgulloso de su moto.
Le encantó aquella moto desde que la vio, por eso se la compró, le gustaba disfrutar de la velocidad en su cara.

Rei ante el comentario y me fije a donde había mirado, sonrojándome a más no poder al ver donde había apoyado mi mano, quitándola inmediatamente.

- P-Perdón...

Negé con suavidad el escuchar su disculpa.

-no pasa nada, tranquilo- dije sonriente mientras veía como nos traían las dos copas

Miré a Fuji con ambas copas y las cogí, dándole una a Tsukasa. Bebí un poco de la mía y le miré, en silencio.

Le di las gracias al otro camarero cuando nos trajo las copa y di un trago a la mia, dejandola después en la mesita que teníamos en frente, mirandolo después

Sonreí tímidamente ante su mirada y desvié la mía hasta su vaso, el cual había colocado en la mesilla. bebí un poco más de mi vaso y pase la lengua entre mis labios, saboreando el whisky.

Lo observé pasear la lengua entre sus labios y como acto reflejo, mientras lo observaba, pasee la mía propia por los míos, sin darme cuenta de lo que hacía, humedeciendolos.

Le observé de reojo, dándome cuenta de que él había hecho lo mismo que yo y me mordí ligeramente el labio inferior.

Mantube la mirada fija en sus labios al verle morderse el inferior, volviendo a coger el vado y dándo un trago sin apartar la mirada de el, apartandolo despues y quedándo con los labios moajdos pro la bebida.

No se si por acto reflejo... o por solo las gotas de alcohol que se me suben terriblemente rápido... pero... me acerqué a él y lamí lentamente sus labios, saboreando el Whisky que él había tomado.

-Lo mio es una Harley Ultra Classis Electric Glide -yo tambien estaba orgulloso de mi pekeñina.

-Espero que la grua no tarde mucho en llegar-dijo y despues dejó salir un suspiro.
No le importaba acercale a su casa, pero no le apetecia estar mucho tiempo más por aquel bar.

Me quedé totalemnte quieto cuando aquel casi desconocido lamió mis labios, y antes de que pudiera apartarse, y sin saber muy bien porqué lo hice, atrapé sus labios entre los míos, posando mis manos en sus mejillas.

Me quedé algo en shock al ver que él atrapaba mis labios, pensé en separarme pero... me gustó... me gustó el tacto de sus labios, por lo que le correspondí cerrando mis ojos.

Suspiré con suavidad por la nariz al sentir como correspondía al movimiento de mis labios, cerrándo también muis ojos mientras amoldaba nuestros labios y movía los míos con suavdiad sobre los de el.

Posé una mano en su nuca y ladeé la cabeza mientras saboreaba sus labios lentamente. Que dulces...

No sabía que hacía besando a un desconocido la primera noche que volvía a Tokyo, pero tampoco me importó, me encantaba el sabor y el tacto de sus labios y me dedicaba a saborearlos con calma antes de pedir paso con mi lengua en su boca.

Me separé levemente de sus labios, dejando el vaso encima de la mesa junto al suyo y opté por sentarme a horcajadas encima de él, volviendo a atrapar sus labios entreabriendolos un poco.

Entreabrí ligeramente los ojos al notar como se separaba de mis labios, mirándolo dejar su vaso y como se sentaba sobre mis piernas, volviendo a juntar sus labios con los mios, rodeandolo con los brazos y apretandolo contra mi cuerpo mientras le correspondía.

Empecé a mover mis labios algo más rápido sin poder evitarlo. Entreabrí un poco más los labios y lami con la punta de la lengua su labio superior.

Al sentir como lamía mi labio superior mordí los suyos con cuidado, colando despues la lengua en su boca en busca de la de el, acariciandola con la mia con suavidad

Me moví encima de él un poco para poder acomodarme, sin soltar en ningún momentos sus sabrosos labios. Atrapé su lengua entre mis labios y la mordí suavemente, para luego entrelazarla con la mía.

-Bueno, la grua dice que tardara mas o menos diez minutos -dije mientras colgaba el telefono-. Camarero, aqui tiene el dinero de la copa. ¿Vamos a esperar fuera? -le dije a aquel chico.

Noté como al moverse provocaba el roce entre nosotros, suspirando por ello entre sus labios, colándo lentamente mi lengua en su boca y jugueteando con la suya, presionando los bajos de su espalda para pegarlo mas a mi.