El Bar de la Media Luna [Libre]

Era de noche y como siempre, el trabajo me esperaba. Era camarero en un conocido bar de la ciudad, La Media Luna. Al llegar a este entré, saludando a Fuji, el dueño. El local era muy grande, con barra, pista de baile, algunas mesas con sillones y un DJ, aunque a veces conseguíamos traer a grupos famosos a que tocaran.

Me dirigí al lugar del personal y me cambié de ropa. Me pusé los pantalones negros y la camisa de botones de igual color, saliendo pocos después mientras me peinaba con la mano. El portero se dirigió a la puerta, abriendo y dejando ya pasar a los primeros jóvenes de la noche. Me coloqué en la barra y esperé.

Era su primera noche de vuelta a Tokyo y decidió salir a dar una vuelta. No sabía donde estaban Maru, ni Tara, posiblemente de vacaciones ya que no había podido localizar a ninguno de ellos, y odiaba la soledad, como siempre... así que había huido de su nuevo piso en cuanto este le había resultado demasiado frío y solitario.

-Tengo que comprarme un puto perro, o algo...- Murmuró para si mientras se colaba en el primer lugar que veía, mirando a su alrededor al verse dentro, ladeando la cabeza antes las luces y demás, dirigiéndose a una de esas mesas con sofases a esperar a que algún camarero le atendiese.

Veía la gente pasar, les servía las copas que pedían y las cañas. Mi compañero y yo nos turnabamos entre las mesas, y la barra. Kira me echó de la barra que había mucho menos trabajo y me mandó a las mesas, me acerqué a cada una a recoger los pedidos, en la última había un chico solamente, alejado de la multitud.

- Buenas noches y bienvenido al Bar de La Media Luna, ¿qué quiere tomar?- Sonreí

Estaba entretenido observándo a la gente del local, apartado en aquella mesa del fondo, no muy seguro de querer llamar la atención a pesar de que seguía sintiéndose solo, alzándo su grandes ojos cuando escuchó una voz frente a el, ladeando la cabeza al ver a uno de lo camareros.

-Buenas noches...- Murmuró aún observándolo atentamente sin saber porque -Me gustaría un wiskhy doble, por favor- musitó con la misma expresión

El chico giró la cara al oirme hablar, pidiéndome un whisky doble sin apartar los ojos de mí. Giré un momento y dirigí mi voz hacía Fuji.

- ¡Fuji un Whisky doble!

Fuji me contestó un simple ''marchando'' y dirigí de nuevo la vista hacía ese chico.

- Nunca te ví por aquí, ¿eres nuevo?

Habia pasado un duro dia en una sesión de fotos y estaba bastante cansado, solo quería relajarse un poco, así que cogió su moto y fue hasta un bar que le habían recomendado.
Kim Hyun Joong vestía unos pantalones negros, unos zapatos marrones, una camisa blanca un poco abierta y una chaqueta negra. Al entrar al bar se quitó la chaqueta y los guantes, y llevaba en una mano el casco de la moto. Al entrar al bar, miró a su alrededor, no estaba muy lleno, quizás acababan de abrir. Se dirigió a la barra y se sentó en un taburete, dejó su casco al lado suyo y colocó dentro sus guantes.
-ais.... que día más largo... pensaba que nunca se acabaría - dijo para sí mismo.

iba de un bar a otro, sin pararme mucho en ninguno en ninguno en especial.. Aquella noche ya habia pasado por dos bares antes que este, y quería probar cosas nuevas.
Me dirigí a la barra.

- buenas tardes, la especialidad de la casa,por favor.

Un nuevo cliente apareció y se sentó en la barra, a un par de taburetes de él. Era un chico alto, pero no tan alto como Kim Hyung Joong. El chico le atrajo mucho la atención por su gran atractivo, aunque habia algo raro en él, parecía tener una mirada solitaria, quizás estubiera pasando una mala noche y la intentaba consolar yendo de bar en bar bebiendo.
El hombre había pedido la especialidad de la casa "¿qué será?" pensó. Se quedó mirandole, esperando a que le sirvieran la copa para descubrir qué seria "la especialidad de la casa", era curioso, además, no tenía claro que pedir para desahogar su cansancio y quizás poder disfrutar de la noche.

Me estaba quedando sin gasolina y no habia gasolineras en varios kilometros, y encima, mi movil se quedo sin batería. Me pare en un bar para preguntar por una cabina.

-Disculpe -me dirigi al chico de la barra-, ¿podria usar su telefono para llamar a una grua?. Y mientras, ¿podria ponerme un whiskey seco, por favor?.

- Por supuesto -sonreí.- el teléfono está ahí, pida a mi compañero la bebida que está en la barra.

Entró un apuesto chico rubio que llamaba su atención por una banda que llevaba ocultando su nariz. Parecía que algo mal iba con su automóvil, puesto que queria llamar a la grua. Aquello le recordó cuando se quedó tirado en medio de la carretera con el coche sin gasolina y tuvo que llamar a la grua, fue una experiencia un poco mala... Tuvo que ir sentado junto al conductor de la grua y no es que fuera muy agradable ver a un hombre gordo, que su camiseta no cubria toda su barriga, comiendo con la boca abierta mientras conducía una grúa llena de trozos de pizza, patatas y basura en general al rededor.
Tras recordar aquello, Kim Hyung Joong reaccionó y se acercó al hombre.
-Perdona... ¿Tienes problemas con tu coche o algo? -dijo cuando ya estaba a su lado.

Sakito entro en el local, se le notaba en la cara que estaba cansado después de un día de trabajo, la tienda ha estado muy ajetreada hoy, Sakito estiro los brazos antes de sentarse en uno de los pocos sitios libre, cerca de unos jóvenes que hablaban entre ellos, se sentó saludando a los jóvenes pero sin mirarlos pensando en que iva a tomar y con la mirada perdida lo pidio
-buenas noches... camarero póngame algo ligerito, por favor
luego tamborileo los dedos en lo que esperaba el pedido, sin saber que hacer

-Si, bueno, con la moto mas bien, me estoy quedando sin gasolina y el movil no tiene bateria. No tardare mucho con la llamada. Gracias. ¿Le importaria ponerle la copa con algo de hielo, por favor? -le sonrei amablemente al chico mientras pedia el coctel.

Vio como pedía la bebida a su compañero y ladeó la cabeza cuando volvió a mirarlo y hablarlo, asintiendo levemente con la cabeza.

-Acabo de volver a Tokyo y nunca había estado en este... local- comentó echándole un ojo al bar -¿Llevas mucho trabajando aquí?- soltó de pronto

- Pues la verdad es que prácticamente toda mi vida... -sonreí.- Un momento.

Me dirigí a la barra y cogí la bebida, volviendo después con aquel chico y dándoselo.

- Aquí está lo que pidió.

-¿Moto?
Pensó durante un momento y pensó que lo mejor era ayudar a aquel chico.
-Si quieres puedo acercarte a casa cuando la grua venga y se lleve tu moto, no tengo nada que hacer, así que no me importaría-le dijo al rubio con buenas intenciones. Ahora él ya no podría hacer nada más, simplemente esperar a ver si aceptaba o no su ofrecimiento.

Alzó las cejas ante la respuesta del otro, tratando de averiguar su edad mientras lo observaba, asintiendo y cogiendo la bebida cuando se la tendió.

-Gracias- masculló al coger el vaso -Parece un local agradable...- comentó después, en un intento de seguir la conversación

- No hay de qué... ese es mi trabajo .- reí.- Lo es, es raro ver alguna altercado aquí...

-Uhm, eso está bien- comentó mientras daba un trago a su wishky y miraba el local, fijándose después en el que camarero seguía parado frente a el, quedándose observándolo unos instantes atentamente -Uhm... ¿tienes mucho trabajo?-

Dejé la bandeja en la mesa que estaba delante y se sentó a su lado.

- Pues no... esto suele llenarse los viernes y sábados como siempre, entre semana es algo más díficil que este lleno.

De nuevo asintió, aún con los ojos clavados en el, ladeando la cabeza sin dejar de mirarlo. Aquel chico le sonaba de algo...

-Espera- dijo de pronto -Tu eres... eres mi vecino, el de esta mañana- murmuró señalando con un dedo, no del todo seguro y sorprendido.

Me quedé un momento sin reaccionar y me di con la palma de la mano en la frente.

- ¡Cierto! No me acordaba... que mala memoria.

¿Cómo pude olvidarme de su rostro?

Soltó una pequeña carcajada al ver que no estaba equivocado, negando suavemente con la cabeza.

-No eres el único, yo tampoco te reconocí al principio- dijo mirándolo sonriente -Así que aquí es donde trabajas, ¿eh?-

- Será la vestimenta -reí.- Si aquí es... no está mal ¿eh?

Le sonreí ampliamente.

-Debe ser- comentó con una pequeña risita, mirándolo y observándolo con el traje de camarero, asintiendo -Es un beun local, vendré por aquí de vez en cuando, quizá así conozca a alguien-